Mujeres ocupadas, mentes estresadas

A raíz de las múltiples acciones que lleva a cabo por día una mujer, muy a menudo comienza a sentir el desgaste mental y luego físico.

Comenzamos a olvidarnos de eventos como cumpleaños, turnos médicos, o info relevante para nuestras actividades diarias como reuniones, temas de nuestros hijos, escolaridad o actividades extra curriculares.
Con este post lo que buscamos es visibilizar las actividades que llevan a cabo las Mujeres en un día común de lunes a viernes, algunas hasta el domingo inclusive, pero seguro nos vamos a quedar muy cortas…

Comúnmente nos referimos a mujeres solas con hijos, pero entendemos que algunas tienen la suerte de compartir responsabilidades con esposos o hijos que apoyan la labor diaria en el hogar.

Hoy leí un artículo re importante sobre la “carga mental” que consiste en el peso que carga nuestra mente de forma continua, como una “mochila” que llenamos y llevamos a cuestas al pensar en todo sin parar, intentando organizar la jornada de toda la familia y no dejarnos nada por hacer, ni en casa, ni en el trabajo, ni relacionado con los niños o con la pareja.

Puede que estés padeciendo este mal y ni siquiera lo sepas, vaya este nuestro pequeño aporte para visualizar y tomar conciencia.
Desde lo cotidiano del hogar, lo personal que descuidamos, somos en muchos casos Mujeres ausentes… eso no nos permite planificar algo para nosotras. Acá algunos temas que nos ocupan la mente:

  • Las compras del súper
  • Limpieza del hogar
  • Comprar los regalos de cumples de la familia, los grupos de mamis, los grupos de amigas
  • Gestionar los uniformes del colegio de los chicos que crecen o se rompen
  • Llegar a los objetivos en el trabajo, en nuestro emprendimiento
  • Pagar las deudas en tiempo y forma
  • Coordinar fechas como cumpleaños, reuniones en el calendario
  • Entrega de informes, trabajos por estudios
  • Coordinar un horario para poder hacer deportes y luego cumplirlo
  • Poner un día para ir a psicólogo, médicos
  • Buscar un tiempo para ir a la peluquería, hacer las manos o pies
  • Llevar a un familiar al médico, ocuparse de padre, madre o abuelo
  • Comprar ropa para un evento a futuro para vos y la familia, preparar la ropa para dicho evento importante
  • Gestionar las vacaciones con tiempo

Y puedo seguir…

La falta de tiempo, la falta de organización para cumplir con todos puede estar en un cuaderno, libreta o celular donde anotamos todo, ya sea agenda electrónica o analógica para no olvidar y así y todo, todo nos inquieta. Por la vorágine de pensamientos que se reproducen una y otra vez en nuestra cabeza, recordándonos todas las tareas pendientes, todos los asuntos inconclusos que, literalmente, nos picotean el cerebro, no nos deja claridad de pensamientos y en muchas ocasiones nos producen insomnio, por consecuencia directa, no rendimos bien en todo el día.

Esto es cotidianeidad y no tiene fin, cuando no encuentra resolución en ningún momento de la vida, genera mucho estrés e incluso consecuencias físicas. La “carga mental” no es ninguna tontería, es presión, tensión, y el cuerpo de cada uno reacciona distinto para darle salida a esta intranquilidad acumulada.
Esta carga mental es la mochila mental que cargamos muchas mujeres y también hombres solos. En ella van millones de pensamientos, referentes a la casa, al trabajo, a los niños, a la familia, a los amigos, y en definitiva a todos los micro universos que tenemos en nuestros entornos. Generalmente, estos pensamientos son “asuntos pendientes”, recordatorios de todo lo que hay que hacer, y que no hemos hecho. Nuestra mochila mental es el “cajón desastre” más grande que tenemos. No es otra cosa que la ocupación en estas tareas.
Parece que todo es importante. La carga resulta excesiva cuando se lleva en soledad: “pesa demasiado” y empieza a dar problemas y en la mayoría de los casos, ni siquiera hay conciencia de que existe.

¿y qué pasa cuando pasas a compartir esta carga? Que si la otra persona no asume la importancia de lo que le pides que haga y no lo hace, la carga no disminuye, aumenta. Por eso cuando no se obtiene el apoyo necesario es más fácil hacer las cosas solo. Y eso también pesa. Todo pesa. Y la que sufre mayoritariamente es la mujer que asume el peso de la educación del niño y el mantenimiento del ambiente doméstico en el plano mental, emocional e intelectual, situación que se deriva de una inercia social y cultural en la que las mujeres, tradicionalmente, se han hecho cargo de esas tareas. Además, ha sido un trabajo no nombrado, valorado ni reconocido como tal, porque se ha considerado de forma errónea que era parte de su “naturaleza”.

Irritabilidad, fluctuaciones del estado de ánimo, tensión muscular, insomnio, dolores de cabeza, fatiga crónica o prolongada, problemas de espalda o cuello, problemas de digestión, perturbaciones en el sueño, alteraciones de la piel e incluso derrames oculares. Las formas que tienen cada sistema de dar salida a la ansiedad y la tristeza que conlleva este peso pueden ser muy variadas.
La solución es compartirla, no “delegar”, ni “pedir ayuda”, sino sentar unas nuevas bases en el hogar, así la carga mental que conlleva cada uno de los sectores se reparte, y por tanto, disminuye cuando cada uno aporta, segun varios psicólogos.

Es ser “Project Manager” de nuestra propia casa, la “niebla mental” que no es igual que la carga, y cómo decirle adiós a esta mochila tan pesada. Si te identificas, esperamos que sirva para ayudarte, y que, si no te identificas porque en casa todo va bien, tal vez conozcas a alguien a quien puedan serle de ayuda.

Esperamos tu opinión como aporte para seguir trabajando en este flagelo actual social que nos enferma en forma silenciosa…
Busquemos en nuestro calendario un día para descansar, para ir a hacer algo para mejorar nuestra mente, hacer gym o algo que nos despeje el cerebro de preocupaciones… aunque después no lo logremos internalicémoslo.

Fuente: Procter & Gamble Europa